Bertrand de Jouvenel
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Génesis de la Prospectiva
Prospectiva. La palabra aparece en un diccionario en el siglo XIX. Prospectiva significa “mirar hacia el porvenir”,
desde mucho antes ya había sido utilizada en la literatura francesa. Pero el significado actual de prospectiva se lo dio Gastón
Berger en un artículo de la “Reveu des Deux Mondes”.
Fue desarrollada en Francia al final de la Segunda Guerra Mundial por individuos con cierta posición en la administración
o en la política. Eran humanistas interesados en la reflexión del alcance a largo plazo de las decisiones que podrían ser
tomadas en la práctica cotidiana. En Francia la prospectiva nació a causa de la preocupación por la reconstrucción del país
a causa de la Segunda Guerra Mundial, y también con miras al desarrollo económico del país. Esta preocupación condujo a que
diversos planes nacionales, los cuales necesitaban de distintos análisis de lo que podría ocurrir en el porvenir. Y de esta
forma, la prospectiva acompaña la planeación francesa que se proponía orientar el desarrollo industrial, considerando las
necesidades y tendencias sociales económicas.
La prospectiva francesa tiene diversos pensadores pero podrían señalarse dos como algunos de los más trascendentes:
• La escuela francesa de Gastón Berger. Creía en la relación entre el futuro y la acción. En 1957 crea el Centro
Internacional de Prospectiva. Berger afirmaba que tomar una actitud prospectiva implicaba prepararse para la acción. Andrés
Gros reunió en los sesentas a varias personalidades para realizar la idea de Gastón Berger sobre la prospectiva. Con ellos
publicó un primer cuadernillo con explicaciones de lo que era la prospectiva. Al principio, esta asociación se llamó Centro
Internacional de Prospectiva, sin embargo, Gastón Berger, su fundador, murió en un accidente automovilístico. Después se llamó
Centro de Estudios Prospectivos (Asociación Gastón Berger)
• La escuela francesa de Bertrand de Jouvenel. De Jouvenel nunca afirmó que se pudiera saber cosa alguna sobre
el futuro. Solo intentó investigar si las interrogaciones sobre los porvenires posibles podían o no constituir medios para
conocer mejor la situación presente y plantear las preguntas más adecuadas a aquellos que nos gobiernan. En 1960, con el apoyo
de la Fundación Ford, Jouvenel inició un proyecto que se conoció como “Futuribles” que consistía en reunir
núcleos internacionales de expertos en distintos campos científicos para crear imágenes de futuros “posibles y deseables”.
Estudios sobre el futuro en Estados Unidos
Los estudios sobre el futuro tienen sus antecedentes en los mismos juegos de guerra que solían hacer los militares norteamericanos
para analizar situaciones durante la Segunda Guerra Mundial. Incluso, durante el gobierno de Franklin Delano Roosevelt se
llevo a cabo una investigación sobre “Tendencias tecnológicas y política nacional, inclusión de las implicaciones
sociales de los nuevos eventos”. Es el primer trabajo que mostraba eventos que afectarían la vida de los norteamericanos
durante los años venideros. La futurología norteamericana está marcada hacia lo militar. Precisamente el Comandante General
de las Fuerzas Armadas de EE.UU., H.H. Arnold, plantea la necesidad de llevar a cabo estudios “a cualquier costo”
que permitan planear la defensa de América. Ordenó la realización del primer “pronóstico de capacidades tecnológicas
futuras” con lo cual creó el primer “Think Thank” norteamericano. Para finales de la Segunda
Guerra Mundial, los estudios sobre el futuro estaban ya altamente especializados, por lo que, con dinero de la Fundación Ford,
se crea en 1948 la “Rand Corporation”, para que realizará estudios sobre el futuro de Estados Unidos.
Dos investigadores de esta corporación, Olaf helmer y Norman Dalkey formularon algo que se conoció como “Técnica
Delfos” que consistía en una serie de momentos en los que intervienen grupos para dar pronósticos sobre el futuro.
Estos investigadores sostenían que el futuro no puede predecirse pero si diseñarse y sugieren el desarrollo de métodos para
su estudio. Un destacado experto en estudios del futuro en EE.UU. es también Herman Khan, que pertenecía a la “Rand
Corporation”, pero que luego funda el Instituto Hudson. Khan escribió en 1961 un libro en el que pretendía demostrar
que el futuro podía estudiarse de manera seria, con herramientas científicas. Este libro que fue un “Best séller”
se llamaba “El Año 2000”. En un principio, los norteamericanos llamaron a los estudios del futuro como
“Futurología” pero como no es posible estudiar el futuro dada la inexistencia de una máquina del tiempo,
entonces le denominaron “Futurística”.
La prospectiva siempre ha existido, aunque con distintos nombres. Se sabe que la pitonisa de Delfos desempeñó un papel
importante como el de los generales romanos. Los jefes romanos estaban rodeados de “expertos” para definir
las estrategias militares y políticas. Ha habido muchos pensadores que han utilizado la prospectiva, como Malthus (que escribía
sobre población) y Marx (que escribió sobre economía).
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